En los últimos días he escuchado a una médico y a una doctora en Biomedicina que explican, desde diferentes puntos de vista, importantes causas detrás de la mayoría de enfermedades.
Además, estas dos doctoras, Ana Mª Oliva y Alejandra Rodríguez, muestran las tergiversaciones, cuando no mentiras flagrantes, por las que se rigen gran parte de los protocolos y tratamientos médicos oficiales, además de las creencias vigentes basadas en estas «grandes verdades».
Hay cada vez más médicos, virólogos, inmunólogos,…; con una larga experiencia profesional que plantean nuevos paradigmas en la medicina, en el enfoque de la salud. Muy interesante es también la perspectiva «más espiritual» de la situación que ofrece el Dr. Iñigo Gómez.
No hay que olvidar que son las compañías farmacéuticas los actores principales en la toma de decisiones de ministerios y consejerías de salud, intervienen en el curriculum de facultades de medicina, siguen «formando» a los médicos a través de sus congresos pagados, y además financian a través de publicidad u otros caminos a medios de comunicación. En definitiva, el lobo cuidando a las ovejas.
Ya durante muchos años, la industria alimentaria también ha sido manipulada, una de las claves principales de la salud. Se han demonizado alimentos – por ejemplo, «las grasas son malas, causan colesterol y el colesterol es malo para la salud cardiaca, hay que tomar estatinas incluso de forma preventiva» -, se ha potenciado el uso del azucar, alimentos refinados, productos con edulcorantes artificiales y potenciadores del sabor, como el glutamato; comidas preparadas con mezclas explosivas, etc.
Resultado, mientras se nos dice que la medicina avanza cada día, lo que vemos que avanza cada día es el número de enfermos, y más jóvenes, y las enfermedades que se van cronificando. ¿Más clientes al saco?
