Hasta el año pasado, nunca hubiera imaginado que se pudiera hacer reflexología a distancia.
El Reiki, por ejemplo, es conocido como una terapia que se puede hacer a distancia, pero ¿la reflexología, una técnica manual? Pues sí, también se puede hacer a distancia, y con muy buenos resultados.
Todo comenzó con Dorothea Kreidl, reflexóloga belga, que presentó la ponencia «Reflexología a Distancia», en la 2ª Conferencia Internacional de Reflexología online.
En mi artículo del 5 de febrero,«Nuevas Técnicas Reflejas: Conferencia Internacional de Reflexología online», cuento cómo Dorothea llegó a esta práctica debido al confinamiento impuesto en tantos países. Si las sesiones presenciales no eran posibles, ¿por qué no ver si se podía hacer a distancia? Y comenzó el 29 de abril de 2020, comprobando después de más de 100 tratamientos a distancia a personas de diferentes países, que los resultados fueron excelentes.
Aunque Dorothea contó en 2020 en el grupo de Facebook, The Reflexology World Network, lo que estaba haciendo, no fue hasta que vi su ponencia cuando me decidí a probar esta nueva modalidad de la reflexología.
Comencé la práctica intercambiando sesiones con una colega inglesa, Moira, ella desde Inglaterra y yo desde España.
Acordamos conectarnos por whatsap antes de cada sesión, conocer cómo se encontraba la que fuese a recibir la sesión, y que ésta enviase una foto de sus pies en ese momento.
A continuación, la receptora se acostaba en un sofá, o en una hamaca, y se dejaba sentir hasta que alrededor de unos 50-60 minutos recibía un mensaje diciéndole que la sesión ya había finalizado.
Se tomaba otra foto de sus pies, y se la enviaba a la que había hecho el tratamiento. Y ya para finalizar, hablábamos de nuevo para comentar la sesión.
Al ser ambas reflexólogas, el feedback que nos dábamos fue muy enriquecedor, contrastábamos, como dadoras y receptoras, lo que habíamos sentido durante la sesión. Y tras unos dos meses de sesiones semanales, hemos tenido ocasión de comprobar los beneficios de las sesiones a distancia.
Las dos nos quedamos fascinadas de la Reflexología a Distancia desde la primera sesión. Hemos ido comprobando como dolores y molestias se han aliviado y desaparecido, hemos sentido una gran relajación a nivel físico y mental, más energía, etc.
Recuerdo mi primera sesión de Reflexología a Distancia. Llevaba semanas de mucha actividad y estrés, estaba cansada física y mentalmente. A los pocos minutos de estar tumbada, sentí un movimiento de la energía por todo mi cuerpo como no recuerdo haber sentido nunca antes. Era como una explosión de sensaciones: expansión en unas partes del cuerpo, otras partes ni las sentía – por ejemplo los pies -, frío en unas zonas, calor en otras. Poco a poco todo se fue calmando, equilibrando, y me sentí totalmente relajada y muy ligera: cuerpo y mente.
En una ocasión, Moira tenía dolor de hombro y cadera, e iba bastante estresada. Tras la sesión se sintió mejor y el dolor se había aliviado, pero al día siguiente me envió este mensaje:
«Hola, me siento muy bien esta mañana, tengo mucho más movimiento y flexibilidad en las caderas, los hombros y la parte baja de la espalda, y me he sentido muy relajada cuando me he despertado esta mañana.»
Y lo bueno es que comenzamos a introducir otras terapias. Yo he utilizado, junto con la Reflexología, el Su Jok cuando había dolor, y también el masaje en meridianos o puntos de meridianos. Ella me ha dado sesiones de Tuning Forks, un trabajo energético que se hace con diapasones.
Además de Moira, que quedamos ahora esporádicamente, tuve ocasión de otro intercambio con una colega danesa, Majbritt. Ella me hizo Reflexología Facial y yo Reflexología Podal y masaje energético. Ese día sentía bastantes molestias en los ojos de tanto ordenador. Fue genial, comencé sintiendo como una agradable brisa por la cara, luego una gran relajación, y al final de la sesión mis ojos estaban descansados y brillantes.
Seguí practicando con amigos, y en general, lo que más se nota es una gran relajación y el alivio de molestias y dolores corporales.
En el caso de una amiga, tenía dolores en un pie, el sistema digestivo muy alterado durante semanas, molestias en los ojos, revuelta emocionalmente y preocupada por una situación laboral. No dormía bien durante semanas.
Cuando terminé la sesión, era por la tarde, le envié un mensaje que ya había acabado, pasaban las horas y no me respondía, y unas 4 horas más tarde me llama y me dice, «me he quedado frita, no me puedo creer que haya estado durmiendo cuatro horas por la tarde».
No le dolía nada, ni el pie cuando lo giraba ni el estómago, se sentía muy bien, y los ojos los sentía liberados. No me envió al final la foto de sus pies trás la sesión.
Ya he comenzado con clientes a distancia, y con la última clienta he dado un paso más allá, he comenzado a utilizar la acupuntura, además de la reflexología, en un caso de prolapso de vejiga.
Si en las sesiones presenciales sabemos que la energía va adonde va la intención, este hecho es total y claramente evidente en las sesiones a distancia. No hay límites cuando trabajamos con energía, y ¡todo es energía!
Si deseas concertar cita para una Reflexología a Distancia, puedes hacerlo en el:
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