Mi encuentro con la Terapia Tomatis fue fascinación a primera vista que se ha ido convirtiendo con los años y la práctica en una bella y amorosa relación.
En el 2001 cayó en mis manos el libro del Dr. Alfred Tomatis, “Nueve meses en el Paraíso”. El título me llamó la atención inmediatamente porque me recordó al Masaje Metamórfico o Prenatal, masaje que desde que lo conocí me ha parecido extraordinario.
Leí el libro con mucho interés, me encantó, y despertó el deseo de realizar esa terapia, sobre todo por la importancia que le daba a la voz materna. Yo ya llevaba un tiempo recibiendo el masaje metamórfico de mi madre y los cambios en nuestra relación eran notables, y sentí que me gustaría tener la experiencia de oir la voz de mi madre como a mí me llegaba en su útero.
En esa época el centro Tomatis más cercano a Murcia era el centro Écora cerca de Valencia, con Pilar Serrano, así que allí me fui con una amiga a hacer Tomatis. Como el viaje era largo, realizábamos sesiones de forma intensiva, dos horas por la mañana y dos horas por la tarde. En menos de 2 semanas realizamos ese primer bloque de 60 sesiones que se aconseja como comienzo.
¿Qué efectos tuvo la Terapia Tomatis?
Durante ese primer bloque lo que más sentí fue una mayor sensibilidad al sonido, me sentía como dos oídos andantes.
Comencé a no poder aguantar los ruidos y los lugares ruidosos, me sentía agredida física y mentalmente.
Durante unos días noté unas molestia en los oídos, ¡eran agujetas!, y lugares de tensión en la musculatura de la cara iban apareciendo y soltándose.
Era muy interesante ir comparando lo que a mi amiga y a mi nos iba pasando a lo largo de esas dos semanas: las sensaciones y los cambios que notábamos eran diferentes.
Un mes más tarde fuimos a hacer el segundo bloque de 30 sesiones, y aquí Pilar me aconsejó utilizar la voz de mi madre, ¡lo que había estado esperando desde que leí el libro del Dr. Tomatis!.
Sin embargo no lo creyó oportuno con mi amiga. En los adultos no es lo normal utilizar la voz materna, pero hay casos que sí es conveniente.
Es difícil explicar lo que sentí al oir por primera vez la voz filtrada de mi madre, fue todo un conjunto de sensaciones corporales extrañas. En los primeros minutos de oir esos sonidos agudos como si fueran grillos en la distancia, sentí como si tuviera miles de hormigas dentro de mi cuerpo, una desazón rara, y luego me acosté en posición fetal en un rincón de la sala y me quedé dormida durante el resto de la sesión. La segunda vez también tuve sensaciones raras, pero menos, y ya posteriormente no sentí nada especial.
Sutilmente la relación con mi madre y conmigo misma como mujer fue transformándose.
Casi dos años más tarde tomé la decisión de dejar el trabajo que tenía y dedicarme a las terapias naturales de forma profesional, era lo que verdaderamente me apasionaba desde hacía años.
Llevaba unos meses con mucho estrés y mi concentración no era muy buena y justo unos días antes de que comenzara a trabajar con la reflexología me levanté una mañana con un dolor insoportable en mi mano derecha, no podía mover el pulgar, por lo que me era imposible dar ningún tipo de masaje, y menos el reflejo.
Tras el shock inicial, recordé la terapia y me dije que ya que no podía trabajar en ese momento y algo me estaba diciendo mi cuerpo, qué mejor que hacer unas sesiones Tomatis para escuchar y escucharme mejor.
Los resultados fueron tan sorprendentes – el dolor de la mano desapareció, mi concentración mejoró enormemente y me sentía relajada y serena – que decidí aprender más sobre esta terapia.
Asistí a un curso de introducción a la Técnica Tomatis con la Dra. Cori López durante un fin de semana y me fascinó la teoría del Dr. Tomatis, fue todo un descubrimiento el papel del oído en el ser humano: su relación con la voz, la comunicación, las emociones, el cuerpo, la psico-motricidad, el comportamiento, la propia identidad, etc., etc.
Decidí hacer la formación y la fascinación fue en aumento, y siguió aumentando cuando comencé a trabajar con esta maravillosa terapia.
Me considero muy afortunada por haber tenido la oportunidad de conocer las enseñanzas del Dr. Tomatis, hombre muy sabio y adelantado a su tiempo, y poder ayudar desde bebés hasta ancianos de una forma tan bella: a través de la música.
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